Fases del estrés

Ante situaciones amenazantes, el organismo da respuestas esto con el fin de intentar adaptarse
a su medio. Este proceso consiste en tres fases: fase de alarma, fase de resistencia, fase de agotamiento.

a. Fase de Alarma

Ante la aparición de un peligro o estresor se produce una reacción de alarma durante la que disminuye
la resistencia por debajo de lo normal. Todo proceso producido encaminan a poder preparar al
organismo para la acción de afrontar una tarea o un esfuerzo.

En esta primera fase hay una reacción instantánea y automática que se compone de una serie de
síntomas:

- Movilización de las defensas del organismo

- Aumento de la frecuencia cardíaca

- Aumento de la capacidad respiratoria

- Dilatación de las pupilas

- Aumenta la coagulación de la sangre

También se produce una activación cognitiva, es decir aumenta la capacidad de atención y
concentración. Cuando ese estímulo desaparece, el sistema nervioso se restablece y regresa a su
condición normal. Esta primer fase es necesaria y no resulta perjudicial, siempre y cuando el
organismo tenga el tiempo suficiente para poder recuperarse.

Es una fase de corta duración, sin embargo, si el estímulo es intenso o se prolonga en el tiempo
aparece la segunda fase.

b) Fase de Resistencia

Cuando la exposición a los factores estresores continua, el organismo no tiene tiempo suficiente
para poder recuperarse y se mantiene reaccionando para poder tratar de hacer frente a la situación
estresante.

En esta segunda fase el organismo se intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia de los factores
que percibe como amenaza y se produce una desaparición de los síntomas anteriormente mencionados.

Cuando el estímulo es prolongado de forma excesiva o alcanza una gran intensidad y el individuo es
incapaz de rechazarlo, eliminarlo o de superarlo aparece la tercera fase, la de agotamiento.  

c) Fase de Agotamiento

Tras una exposición larga y continua a ciertos factores estresantes, la energía de adaptación se agota,
provocando que el organismo no pueda mantener un equilibrio y de poder resistir la situación.
El individuo entra en un estado donde se producen alteraciones graves.

Referencias:

Rodriguez, M. (2012, noviembre). El estrés en el ámbito laboral. Jornadas sobre Seguridad y Salud
laboral. 13, 7.